viernes, 25 de septiembre de 2009

Un lugar en el mundo

encontre este pequeño lugar y me enamoro lo que pude encontrar en el. La idea ha surgido de su propio blog, lo de recomendar otros y me ha gustado tanto que quiero compartir con la gente que me lee lo que ella en su pequeño mundo, en su huequito mas intimo escribe y nos muestra!

Muchas de las cosas que he leido tienen razon. Algunas me han abierto los ojos y otras incluso me han echo pensar y meditar tanto que luego lo he plasmado en mi blog.

Pense que a mi amiga elena le gustaria, asi que pondre aqui el link para ella y para todos los que quieran leer un buen blog.

http://expresandomecuantasvecesquiera.blogspot.com


Besos para todos!!!

jueves, 24 de septiembre de 2009

¿Y si te digo que te quiero?

Me cuesta tanto hablar de este tema. Amor.
Cada vez que pienso en ello algo en mi siente como un frío escalofrío, o un pequeño pinchazo.
Tengo miedo.
Supongo que es normal. Sentir miedo a volver a empezar. A entregar tu corazón a una persona nueva y desconocida para ti. Pero también supongo que tenemos que tomar la decisión de querer volver a arriesgarnos y apostar de nuevo por el amor.

Escribir sobre este tema en mi blog no es fácil. Me lo quiero guardar para mí si ocurriera la maravillosa experiencia de volver a enamorarme por respeto a otras personas que una vez estuvieron en mi corazón y hoy ya no lo están. Pero se que leen mi blog y no quiero lastimar a nadie.

Pero no puedo seguir evitando hablar del tema. Y mucho menos escribir sobre ello.

Hace varias semanas ando dándole vueltas al asunto.
Mi personaje de mi pequeña novela tiene que encontrar su camino en la vida. Empezar de nuevo tras una dura ruptura y ser consciente de que la vida sigue aunque esa persona no este a su lado ya.
A mi me cuesta mucho caminar y ver que a mi lado el ya no esta.
Me cuesta mirar a otra persona. Me cuesta sentir que mis ojos vuelven a brillar porque es otra persona la que consigue eso de mí. Me cuesta creer que mi corazón pueda latir de nuevo.
Pero, desde hace varios días no he dejado de sonreír, de sentirme flotar, de estar feliz sin saber porque, o simplemente de contar los días que quedan para volver a caminar por la playa agarrada de su mano otra vez.
Tal vez no sea muy real lo que escriba hoy aquí, pero lo que si es real es lo que siento. El miedo de que mi corazón vuelva a latir. O la incomprensión de comenzar algo nuevo que tal vez para mi, sea difícil de entender porque ya lo tenia olvidado.

Amar alguien es tan bonito, tan puro, tan sacrificado.
Amar sin esperar nada a cambio, o solo un gesto, una sonrisa correspondida o un abrazo.
Amar sin contemplaciones.

A veces siento que he nacido para esto, para ser libre y dar amor a todas las personas que me importan.
Es increíble cuanta gente puede sentirse sola.
Pero siempre encontramos una luz en la oscuridad, una esperanza, algo a lo que agarrarnos con fuerza y que consigue levantarnos. Es amor. Amor a uno mismo o amor que siente una persona por nosotros y sentimos como nos ha llegado.

Escribo sin sentido muchas veces, pero hoy simplemente quiero decir algo. Te quiero. Si alguna vez no te lo dije, hoy te lo digo. Te quiero. Y no es tan malo decirlo. Ni tan malo sentirlo.
Y cuando te sientas solo puedes darme tu mano, que te agarrare tan fuerte como pueda para que no te caigas. Y sin duda alguna, te diré que te quiero.

martes, 15 de septiembre de 2009

camino a alguna parte


Ayer me marche a casa caminando. Fue un largo recorrido de una hora y media. En el camino me entretuve mirando algunas cosas y por ello tarde algo más de lo normal en llegar a casa.
La travesía se componía de varios tramos. Había zonas llanas y zonas de cuesta arriba. Y aunque a mitad del camino me sintiera cansada, no era suficiente cansancio como para hacerme parar.
Fue extraña la sensación que me abatía de soledad mientras caminaba por las transitadas calles de Madrid.
Sentía como el mundo giraba bajo mis pies, y como la gente seguía caminando por esta gran ciudad que a veces nos devora.

Estaba acompañada de la mejor música que podía tener cerca en ese momento. The Fray. A veces pienso que si tuviera que elegir una banda sonora para mis historias, siempre seria The Fray.

Mientras caminaba pensaba en muchas cosas que la vida me había proporcionado y que no había aprovechado o no lo estaba haciendo. Me di cuenta de cuantas veces me digo que debo de vivir cada día como si fuera el último y no lo hago. Me di cuenta de cuantas veces empiezo algo y no lo acabo.
Pensé en que escribir era lo mío. Que tal vez para esto podía valer, pero cuando tuve esa idea en mi cabeza titubee un momento y dude de si realmente valía para algo.
He renunciado mil veces a mil cosas, y el caso es que ninguna de ellas he llegado a terminar o ha llegado a demostrarme que no valía para ello.
¿Entonces como puedo estar tan segura de que no valgo? Tiendo a pensar que no valgo en muchos sentidos para nada. Pero después me sorprendo cuando me encuentro a mi misma luchando contra las adversidades de la vida y demostrándome que soy tan fuerte como realmente siempre he querido ser. Así que supongo que solamente me falta inspiración y algo que me haga mover el culo y pueda por fin realizar alguno de mis sueños.

Hoy hace 14 años que se marcho mi amor querido. Mi madre. La persona que me dio la vida y por la que yo la doy todos los días.
Hace poco me senté en mi terraza. Era de noche y sentía la brisa acariciar mi piel. En esos momentos pienso que es ella quien esta ahí sentada a mi lado rozando mi piel. Y es así como me hace saber de su presencia.
Entonces hice algo que llevo haciendo hace unos meses. Me puse hablar con ella.
Me encontraba triste, hundida. Llevaba varias semanas que no levantaba cabeza y no sabia porque.
Comentando con ella me di cuenta de que estaba desaprovechando la vida que me había ofrecido. Estaba dejando pasar una oportunidad que ella nunca volvería a tener. Y pensé que no era justo. Que mis lágrimas no eran justas. Que mi tristeza no era justa.
Y alce los ojos al cielo y me hice y la hice el juramento de que nunca volvería a rendirme.

Ayer comencé a caminar hacia casa y me sentí libre. Por una vez mis pies caminaban a donde quería llegar. Por una vez sentía que controlaba mi rumbo, mi vida.
Y el camino a veces se hacia cuesta arriba, y aunque me cansaba no era suficiente para detener mis pies.
Sentía que ella caminaba a mi lado y mientras escuchábamos música conversábamos.
Hablamos de la vida, de las preocupaciones, de lo que quería hacer, a donde quería caminar, de la familia, de los amores.
Le pregunte que quería hacer hoy, a donde quería ir, pero hoy sentí una respuesta en mi corazón a esas preguntas que la hice, y pensé que su contestación era “hoy me apetece que escribas y al igual que ayer caminando hacia casa, llegues a alguna parte con tus palabras”.

Supongo que hoy cuando salga del trabajo caminare como hice ayer. No se si mis palabras llegaran a alguna parte, no se donde me llevaran los pies. Pero estoy segura de que hoy no me sentiré triste porque hayan pasado 14 años. Para mi sigue estando en casa esperándome.