domingo, 9 de noviembre de 2014

No me imagino mi vida sin ti




No me imagino mi vida sin ti. Y es verdad. No puedo imaginármela sin ti. No puedo cerrar los ojos y pensar que ya no estarás mas en mi vida. No puedo aferrarme a esa creencia. A esa realidad. No puedo pensar que podría existir una vida en la que tú no estás en ella.
Así que no, no me imagino mi vida sin ti.
Tanto tiempo como me sea posible recordar siempre estarás en mi mente, en mi día a día, en mi vida.
A quien se pregunta si es posible vivir con dolor. Claro que lo es. Es muy posible y muy capaz una persona de poder vivir con dolor. Ya sea mucho o sea poco. Se llama “ser un luchador”.
Yo no se si lo soy. A penas me lo podría considerar. Pero si me preguntaran como vivo teniendo tanto dolor dentro de mi, diría que no lo se. No hago gran cosa. No me levanto cada mañana cojo una espada y me pongo a matar dragones.
Ni alzo mis alas y echo a volar.
Solo me despierto, salgo de la cama y vivo mi día a día lo mejor que puedo.
A veces cojo mi bici por las noches y me sumerjo en la oscuridad de las calles de mi barrio. Es algo que asusta, pero por unos minutos me hace sentir viva.
Poder hacer algo tan simple como pedalear es una sensación única y realmente fresca.
El corazón te late, los pulmones se llenan y se vacían de aire. Y algo tan fácil como respirar también es síntoma de que estamos vivos y que podemos comernos el mundo.

Yo siempre digo, “hoy salgo a comerme el mundo”. Y casi siempre vuelvo a casa habiéndome comido un donuts o una galleta, pero sea lo que sea, al menos ese día se que lo intente.
No desisto. No me creo que haya nacido solo para ver a la gente que quiero morirse. No me creo que mi vida a partir de ahora sea así. No me creo que lo único que pueda sentir dentro de mi sea dolor.
No me parece justo. Y se que la vida muchas veces no es justa, pero aun así, no me creo que solo deba sufrir.

Un libro me hace volar y soñar. Me lleva a lugares que jamás pensé visitar. Puedo ser lo que quiera por unas horas. Un elfo. Un jinete de dragón. Una princesa. Un mago poderoso. Un cazador de sombras. Hasta un vampiro que brilla a la luz del sol. Pero lo que no veo en los libros es que pueda ser una persona normal y corriente. Que pueda ser carol. Que pueda ser yo misma. Eso no me lo enseñan. Y entonces es cuando piensas que tú eres el escritor de tu propia historia. Que tu defines quien quieres ser y como quieres serlo. Que tu y solo tu, decides si lo que quieres en esta vida es tener solo dolor, o también sentir amor.

Hace tiempo escribí que no hacia falta saber que te estabas muriendo para querer vivir. Has de quererlo desde ahora y hasta el final de tus días.
Y aunque hay personas que me dicen que lo mío es solo palabrería y que no es fácil de hacer lo que uno dice, tengo que decir que es verdad. Pero en las palabras uno a veces encuentra el consuelo que las personas no nos pueden dar. No digo que sea fácil vivir, solo digo que has de querer hacerlo.
Yo no se lo que es tener una vida normal. Dudo de si alguien la tiene. Hay días que no quiero vivir. A veces recuerdo que eso para mi es lo único que quiero. Pienso que si muero este dolor acabara. Que no hay nada en el mundo que me ate a la vida. Que mi corazón ya no me pertenece. Y que mi vida tampoco.
Sentí como si mi alma me hubiera abandonado. Como si ya no existiera esperanza alguna para mí.
Pero entonces encuentro cosas a mi alrededor que me hacen saborear la vida. Personas que me hacen reír. Sensaciones de querer seguir volando. Situaciones que me hacen vibrar y querer gritar de alegría.
Momentos que no olvidare en la vida. Recuerdos que me acompañaran siempre. Y se que quiero tener mas de esos.
Ojala pudiera recuperar todo lo que perdí. Aquella niña inocente. Aquel corazón puro. Tanto amor que quería dar y que se perdió por el camino. Ojala pudiera recuperar mi vida. O las personas que se han marchado y ya no volverán.
Ojala cuando miro atrás no me doliera tanto. Ojala dejara de sentir este dolor algún día no muy lejano. Pero se que se puede vivir con dolor. Se que no es fácil, pero tampoco es imposible.

Mañana me levantare de la cama. Será un nuevo día. Puede que salga el sol o llueva, pero será un día nuevo para mí. Y de mi depende si quiero sonreír o no. Si quiero llorar o saltar de alegría. De mi depende disfrutar de cada momento como si fuera el ultimo, o al menos hacerlo lo mejor posible. De mi depende coger la cámara e intentar sacar buenas fotografías. De mi depende volver a disfrutar de mi trabajo y de cada concierto que puedo disfrutar. De mi depende volver a viajar y hacer lo que me de la gana como siempre hago. De mi depende si quiero vivir la vida, saborearla, disfrutarla, sentirla, amarla, aunque no me imagine una vida, mi vida… sin ti.

lunes, 15 de septiembre de 2014

Borrón y cuenta nueva

                                           
A veces me pongo a escribir sin pensar en lo que estoy escribiendo. Otras sin embargo se muy bien que escribo y por que lo hago.
Me basta con ponerme frente a la pantalla de mi ordenador y posar los dedos sobre las teclas del teclado para saber en ese instante que es lo que quiero escribir.
A veces comienzo escribiendo algo que quería expresar en ese momento y a lo largo del texto voy escribiendo cosas que me salen del corazón.

Muchos días tengo miedo. Miedo de equivocarme al tomar un camino u otro. Miedo de no acertar con las personas nuevas que llegan a mi vida o a las que he dado de nuevo una oportunidad. Miedo de que me vuelvan a decepcionar personas en las que invierto tiempo y vivencias. En las que confío mis secretos o mis preocupaciones. En las que llamo amigos y luego resultan no serlo.
Me da miedo despertarme un día como me ha pasado muchas veces y encontrarme sola o rodeada de gente interesada, de gente vacía, de gente que solo mira por si mismo y no por nadie mas.

A veces observo en silencio a las personas que me rodean, o que caminan a mí alrededor. Observo sus gestos, sus palabras, sus preocupaciones y problemas.
Y las conozco. Día tras día las voy conociendo y van formando parte de mi vida. Comparto momentos únicos, inolvidables. Algunos preciosos, otros no tanto.
Momentos que nos hacen reír o llorar. Momentos que recordaremos siempre o que quedaran en el olvido. Momentos en los que te sientes que junto a esa persona quieres caminar por el mundo, reír y reír cada día, contar siempre con ella.

Por eso cuando tienes que decir adiós es tan difícil…

Llevo queriendo escribir sobre esto hace tiempo, meses, quizá años, o simplemente semanas, que se yo. Pero se que lo llevo arrastrando conmigo.
¿Y como se es sincero cuando sabes que con tus palabras harás daño?
Lo eres porque sabes que no puedes mentir. Que una mentira duele mil veces más que una simple palabra sincera. Y eso hago.
Escribo por que me duele que me hagan daño. Hoy me duele que se aprovechen de mí. Me duele que crean que por ser buena soy tonta. Me duele que mis amigos que dicen ser amigos, realmente no lo sean y crean serlo cuando en verdad no lo son.
Me duele mirar a esa persona a la cara cuando comparte algo único conmigo y saber que no esta siendo sincero. Me duele cuando me dicen “eres mi mejor amiga” y luego no ser verdad.

A veces las personas se creen sus propias mentiras hasta tal punto que no saben ya diferenciar la realidad.
Creí que eso me pasaba a mí, que confundía los gestos, o las palabras. Que le daba vueltas a las cosas muchas veces por que me pesaban y me hacían daño. Que las personas no podían ser así si eran amigos míos, pero despiertas un día y abres los ojos y miras a la realidad a la cara porque esta frente a ti diciéndote que todo lo que has visto era cierto, y que cuando alguien te falla de tal manera que te duele mas de lo que podrías pensar, te das cuenta que ese amigo no era tan amigo y que vuestra amistad nunca fue tan grande, y ya dudas de si fue verdad.

Entonces tomas decisiones que marcaran tu vida en ese momento. Decides que ya no lo quieres más en tu vida, que ya no hay más oportunidades que dar porque sabes de sobra que diste muchas. Y ahora te toca dártela a ti mismo. Ser fuerte, ser valiente. Decir la verdad. Tu verdad.

Mi verdad es que hay personas en mi vida que me sobran. Personas en las que confié y creí que eran mis amigos. Personas que tal vez lean esto o tal vez no y les duela, o se rían en mi cara como me siento que han estado haciendo muchos años.
Personas que ya para mi no importan nada porque ellos solitos hicieron que así pasara.
Personas que siguen ahí pero que ya me dan igual.
Mi verdad es que di muchas oportunidades en mi vida a gente que no lo merecía y pensé que si.
Estuve ahí en todo momento de sus vidas, para lo bueno y sobre todo para lo malo y cuando yo lo he necesitado no han estado ahí, ni una llamada, ni un “que tal estas”. Y es duro ver que se te muera un padre para darte cuenta de quienes son tus amigos de verdad.

He tenido un año de margen para reflexionar y pensar en esto. Un año desde que me planteo la vida con otros ojos. Desde que desperté y volví a reencontrarme porque hace mucho que me perdí.
Ha sido intenso, y a la vez doloroso. Pero descubres con el paso del tiempo, al menos con un simple año, que a veces es mejor que no te digan que te quieren tanto cuando sabes que no es verdad.

Vuelvo a repetir que no por ser bueno has de ser tonto, y a mí en algún momento me tomaron por tonta. Y tal vez lo haya sido al confiar en quienes no debía de confiar. Al dar oportunidades que no debí dar.
Pero, me di cuenta con todo esto que siempre he sido de dar una oportunidad a las personas. De creer de verdad que algunos pueden cambiar, pueden mejorar, pueden abrir los ojos y darse cuenta de que se han equivocado. Si yo puedo hacerlo, ¿Por qué otros no?

Aunque haya ovejas negras no tenemos que tratar a todos por igual.
No todo el mundo es tan bueno, ni todo el mundo es tan malo, es verdad, pero el ser humano por excelencia suele ser egoísta y mirar por si mismo.
Hoy lo estoy haciendo yo. Creo que en todos estos años de vida que tengo, y en todas las oportunidades que he otorgado a mis amigos, me lo debo.
Me debo mirar por mí. Cubrirme las espaldas, y cerrar muchas puertas.

Hoy me levante pensando que ya era hora de hacer borrón y cuenta nueva. De decidir a quien quiero en mi vida y a quien no.
De hablar claro. De decir bien alto que ya estoy cansada de que me tomen el pelo o de que se aprovechen de mí. Que no soy el muñeco de nadie. Que ya muchos no me importan como yo no les he importado en sus vidas ni una sola vez. Que hoy camino, y no me hacen falta sus manos para continuar. Que estoy bien abrigada de mi gran familia y de mis buenos amigos, a los que les debo lealtad y les daré siempre mi oído, mis hombros y mi mano.
Así que basta ya de utilizarme, y decir cosas que no son verdad.
Basta ya de hacerme sentir especial cuando nunca lo he sido para algunos. Basta ya de mentirme en mi cara y de reíros a mis espaldas. Basta ya de hacer ver a la gente que siempre soy la mala. Basta ya de mentir y dañar.

Borrón y cuenta nueva… a veces es más fácil de lo que creemos volver a empezar.

martes, 15 de julio de 2014

En mis sueños, te encuentro.


La lluvia moja mi cara,
Las gotas caen por mis mejillas,
Se confunden con mis lágrimas,
Hasta tocar mí barbilla.

La mañana esta nublada,
El sol hoy no salió,
Parece que el día esta triste,
Igual que mi corazón.

Son versos los que te escribo,
Versos que no leerás,
Son versos con un destino,
Al cual no llegaran.

Versos, versos y más versos,
Todos ellos a ti van,
Eres una droga de poemas,
La cual es difícil de evitar.

Cierro los ojos y te veo,
Te miro pero no te puedo tocar.
Soñar contigo es mi ventana,
Una ventana que no es real.

Soñar es mi desdicha,
Soñar es mi castigo,
Soñar es la única ventana,
A un mundo de delirio.

Delirios que por ti mueren,
Delirios perdidos,
Delirios de este amor loco,
Delirios y más delirios.

Volveré a cerrar los ojos,
Es así como te miro,
Seguiré escribiendo versos,
Versos que por ti son escritos.
    
                                                                Carolina Mejías

viernes, 11 de julio de 2014

Derrumbándose tu mundo...tu corazón


   



Ya no nos miramos como antes. Ni el corazón siente de la misma manera.
¿Donde quedaron los buenos momentos? Míralos allí a lo lejos como nos observan.
Parecen ya ser sueños mas que vivencias pasadas.
Solo discusiones tontas, y palabras feas que dañan.
Ya no somos los de antes, es cierto, y el corazón una lágrima tras otra derrama.

Duele. Duele tanto aquí dentro el no poder hacer nada. Por que ya ni si quiera intentamos querer hacernos reír. Y tu sonrisa suena tan lejana, como aquella noche de verano en la que te conocí.

Los corazones solitarios por el mundo vagan. Y el mío esta perdido ya.
Enamorarse suena tan irreal ahora mismo, que ya no se si alguna vez fue verdad.

Ya no nos miramos como antes. Ni el corazón siente de la misma manera.
Mis ojos miran hacia otra dirección, a un lugar donde los tuyos no habitan y no llegan.
Y duele caminar sin saber a donde. Y duele no saber ya ni que decir o hacer para que sea inevitable.
Pero si aun hay esperanza, la encontrare en otra parte.

Estúpido amor que todo lo rompe, estúpido amor que nos separa.
Déjame ya y vete. Déjame con mi dolor esta noche.
Hoy solo quiero que mi corazón llore en silencio, donde el tuyo no lo escuche ni lo sepa.
Se que mañana despertare y será un nuevo día, pero el dolor seguirá latente en mi pecho.
Y arderá como cuando te queman con el fuego.

Ya no nos miramos como antes. Ni el corazón siente de la misma manera.
¿Donde quedaron los buenos momentos? Míralos allí a lo lejos como nos observan.
Parecen ya ser sueños mas que vivencias pasadas.
Solo discusiones tontas, y palabras feas que dañan.
Ya no somos los de antes, es cierto, y el corazón una lágrima tras otra derrama.

jueves, 3 de julio de 2014

Podría ser ahora...


Cierro los ojos, algo que me gusta hacer demasiado, y dejo que la brisa acaricie mi cara. la misma cara que podrían acariciar tus dedos. la misma cara que podrían contemplar tus ojos.
La misma cara que disfrutarías una y otra vez si estuvieras a mi lado.

Cierro los ojos y siento la paz que hoy hay en mi.
Llevo un tiempo largo sin escribir nada mío en este blog y creo que ya va siendo hora de hacerlo. de retomarlo y de continuar con mi camino en esta vida que me ha tocado.
Ando lenta en mis actualizaciones así como en mi vida. A veces creo que espero demasiado tiempo para hacer algo y otras en cambio no lo dejo pasar.
Me gustaría ser de esas personas que saben encontrar el punto intermedio a todo. Yo sin embargo no se hacer eso. O es todo o no es nada. Y no es bueno, lo se, me lo dicen mucho, pero es que a veces me ansío tanto que parece que la vida se acabara mañana,  y tal vez sea así, ¿quien me lo sabría decir?

Cuando cerramos los ojos solemos pararnos a pensar en nuestros sueños. A mi mas que pensar en ellos, me gusta hacerlos realidad. Pero a veces me dejo llevar por la imaginación. Pienso que si no fuera por esos momentos en los que la imaginación se apodera de mi no seria como soy, y no haría lo que hago.
Pero a veces, cuando no trabajo, o no escribo, estoy de relax por alguna parte del mundo y dejo rienda suelta a la imaginación. A veces no me hace falta ir muy lejos y ya sobre mi cama comienzo a soñar despierta. Y puedes darte cuenta en momentos así cuanto vivo te sientes, o cuanto al menos te gustaría sentir.

Quiero hacer tantas cosas este año que no me da para ello.
Mi corazón necesita estar contento, eso lo se. Y se que me gusta cuando se siente vivo. Cuando late con fuerza, cuando golpea mi pecho por algo emocionante. Y me gusta sentirme viva. Y me gusta querer estar así.

Estos días, o mas bien meses atrás he tenido muchos altibajos. Ha sido una ola tras otra de incertidumbres, tristezas, decepciones, cerrar una puertas y abrir otras. decir adiós. E incluso zanjar mas de un tema que ya hacia tiempo que necesitaba hacer.
Y hoy estoy en una isla, es por la noche, aquí estoy sentada al ordenador, escribiendo en mi blog porque hacia tiempo que lo necesitaba. Mis dedos andan ansiosos por poder escribir mil y una historia que me han pasado. Corazones nuevos que he conocido, ángeles alados que me han visitado, o amigos que ya no son amigos.
Llevo arrastrando varias historias hace ya un tiempo, pero no me animo a escribir. Tras releer hace poco el blog, y ver que me prometí que no llenaría mis palabras de mas mierdas, me esta costando un poco, porque tengo tanto que escribir y decir, pero por otra parte siento que si no lo hago, si por fin no escribo de todas esas cosas que me han Hecho daño, o me han hecho llorar, de esas cosas y personas que tanto me han decepcionado, siento que si no escribo, mi alma se siente mucho mejor. Mas limpia. Mas relajada.
No necesito mas mierdas en mi vida, porque para dos días que son la vida no lo voy a malgastar.

Releí hace unos días el blog. algunas cosas que escribo me gustan y otras no tanto, pero son cosas que escribo en el momento en que mi corazón no puede aguantar mas, ya sean buenas, o sean malas, debo de expulsarlas y dejarlas volar. Son momentos que necesito expresar.
Pues al releer el blog me gusto algo que encontré en el que hablaba sobre la vida, sobre lo importante que era disfrutar de cada momento de nuestros días, de que hoy estamos aquí y mañana nadie sabe que nos pasara. De cuantas caricias quiero volver a tener en mi vida, o de los besos que aun faltan por llegar. De que el corazón lata una vez mas. De las risas y esas son muchas, que me quiero echar. De los momentos que quiero disfrutar. De los amigos que diré adiós y a otros les diré hola. De volver a cruzar mis ojos con los tuyos. De intercambiar sonrisas e incluso contagiarlas. Y de sentir que puedo ser un héroe al menos por un día. Y volar. ¿Porque no volar? Hacerlo una y otra vez y sentir el mundo bajo mis pies. Alzar las manos y rozar una y otra vez el cielo.
Y seguir soñando, pero hacer esos sueños, una realidad.
Enamorarme cada día, porque el amor no debería de apagarse. No debería de dejarse consumir así sin mas. Sentir que quieres encender la llama, que no quieres que se apague nunca. Enamorarse estaría bien. Yo lo estoy de la música, de la vida, de mis padres, de mis hermanos, de mi abuela, de mi precioso Krom. Estoy enamorada de la fotografía, pero no la de mi trabajo, ni la de cuando viajo, estoy enamorada de la fotografía que hago en cada concierto que vivo, que siento, que disfruto y que respiro por cada poro de mi piel. Estoy enamorada de la gente que me inspira, de la noche estrellada, de Pablo Neruda, de Ludovico Einaudi y de su piano. Eso me recuerda que también estoy enamorada de las pocas veces que consigo tocar algo al piano. Estoy enamorada de la sensación que siento al deslizar las teclas con mis dedos y escuchar que puedo conseguir tocar una canción.

Enamorada de la vida que me dieron mis padres. Siento y respiro este aire nuevo y fresco que llega a mi vida. Y me siento tan viva, que hoy me permito cerrar los ojos al mundo que me rodea y soñar por un rato en aquellas cosas que me gustaría hacer. En aquellas personas que me gustaría ver. En aquellos momentos que me gustaría vivir, Y en la cantidad de cosas que aun me quedan por escribir.
Sin prisa, si, pero tampoco sin pausa. El reloj sigue en movimiento y la vida puede comenzar donde tu quieras. Podría ser aquí. Podría ser ahora.

lunes, 12 de mayo de 2014

Con el tiempo...




“Con el tiempo aprendes la sutil diferencia que hay entre tomar la mano de
alguien y encadenar un alma.

Con el tiempo aprendes que el amor no significa apoyarse en alguien y que la compañía no significa seguridad.

Con el tiempo...empiezas a entender que los besos no son contratos, ni los
regalos promesas.

Con el tiempo aprendes que estar con alguien porque te ofrece un buen
futuro significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado.

Con el tiempo...te das cuenta que casarse solo porque "ya me urge" es una
clara advertencia de que tu matrimonio será un fracaso.

Con el tiempo comprendes que solo quien es capaz de amarte con tus
defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que deseas.

Con el tiempo te das cuenta de que si estas al lado de esa persona solo por acompañar tu soledad, irremediablemente acabarás no deseando volver a
verla.

Con el tiempo te das cuenta de que los amigos verdaderos valen mucho más
que cualquier cantidad de dinero.

Con el tiempo entiendes que los verdaderos amigos son contados, y que el
que no lucha por ellos tarde o temprano se verá rodeado solo de amistades
falsas.

Con el tiempo aprendes que las palabras dichas en un momento de ira pueden seguir lastimando a quien heriste, durante toda la vida.

Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace, pero perdonar es
solo de almas grandes...

Con el tiempo comprendes que si has herido a un amigo duramente, muy
probablemente la amistad jamás volverá a ser igual.

Con el tiempo te das cuenta que aunque seas feliz con tus amigos, algún
día llorarás por aquellos que dejaste ir.

Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona, es irrepetible.

Con el tiempo te das cuenta de que el que humilla o desprecia a un ser
humano tarde o temprano sufrirá las mismas humillaciones o desprecios
multiplicados al cuadrado.

Con el tiempo aprendes a construir todos tus caminos en el hoy, porque el
terreno del mañana, es demasiado incierto para hacer planes.

Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen
ocasionará que al final no sean como esperabas.
Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro,
sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante.

Con el tiempo verás que aunque seas feliz con los que están a tu lado,
añoraras terriblemente a los que ayer estaban contigo y ahora se han marchado.

Con el tiempo aprenderás que intentar perdonar o pedir perdón, decir que
amas, decir que extrañas, decir que necesitas, decir que quieres ser
amigo.... ante una tumba..., ya no tiene ningun sentido...

Pero desafortunadamente.... esto solo lo entendemos con el tiempo.”


Jorge Luis Borges.

jueves, 6 de marzo de 2014

Una canción y muchos recuerdos




Hace un año exactamente pase tus últimas horas a tu lado. Cogiéndote
la mano con la mia y con la otra mi corazón.
Cuando murió mi madre no tuve la opción de hacer eso. No estaba
a su lado, no la pude decir adiós. Pero, con mi padre todo fue distinto. Las horas
eran largas. El adiós estaba claro que se produciria aunque no quisiera
decirlo. Y las lagrimas eran inevitables que cayeran por mis ojos.
El dolor hoy pesa igual que hace un año. Pero hoy brilla el
sol. Y hace un año no. Hoy el cielo es azul, en comparación a lo gris que fue
entonces.
La vida sigue siendo igual de jodida que entonces, pero hoy
te sientes un poco más fuerte y más sabio.

Hace unos meses fue mi cumpleaños. Estaba en Dublín ni mas
ni menos como había querido estar, escuchando música en directo, y como bien exprese en ese
día, en cierto modo el destino o mis ángeles de la guarda quisieron que no me
sintiera sola, que supiera que estaban ahí. Era como ver a mi padre tocar la
guitarra. Como escuchar a mí hermano cantar. Todo fue perfecto, el mejor regalo
de cumpleaños que alguien pudiera desear. Pero la verdad es que en ese momento
estaba sola. No había nadie más ahí con quien compartir ese momento, con quien
decir,  “mira, que casualidad, ahora
mismo si estuviera en Madrid estaría en un concierto de mi hermano escuchándole
cantar una canción justamente, de guns and roses”. Pero solo estaban en aquella
sala, los músicos y yo.
Y una vez mas la vida me enseño que esos momentos tan
especiales que a veces no tienes con quien compartir, te llevan a recordar
cuanto quieres a los que no están a tu lado, ya sea porque están lejos, o
porque se marcharon para siempre.

Hoy seria un día triste si estuviera lloviendo como ha hecho
todos estos días atrás. Pero ha salido el sol. Llorar y sentirse apenado cuesta
con el brillo de esa súper estrella en tu cara. Aun así no puedes evitar
sentirte triste claro esta. No puedes evitar sentir que ese dolor hoy más que ningún
día te pincha en el pecho. No puedes evitar como el aire a veces te falta
cuando respiras, o como los ojos te arden ante cualquier cosa que ves y que te
recuerda que ya no están.

Me considero joven, supongo que es porque aun lo soy. Y en
cierto modo me enfado con la vida. Si. Estoy enfadada con la vida. No es justo
que siendo tan joven ya no pueda disfrutar ni de mi madre ni de mi padre. Piensas
en cuantas cosas se han perdido y se perderán de mi vida o de la suya.
Nunca les conté cuando me enamore por primera vez de la música
o de las letras. A mi madre nunca le pude decir que hoy estoy orgullosa de que
me guste tanto algo como la fotografía y que en cierto modo consiga hacer una
buena foto de vez en cuando.
Con mi padre por lo contrario eso fue distinto.
Ahora entro en facebook, y miro cualquier álbum de fotos que
he subido a la red y en todos pone que le gusta. Y ver su nombre ahí te da
cierta alegría, sientes que de alguna manera sigue vivo. Que sigue aquí.
Que puedes coger el teléfono y llamarlo. O mejor aun, que
puedes ir a visitarle y estar con el un buen rato charlando de la vida, o de
nuestras cosas.

Entonces las lágrimas comienzan a caer inevitablemente por
tus mejillas. Te comienzas a sentir triste aunque haya salido el sol. Y sientes
como los recuerdos te golpean la mente. Recuerdas una canción. Y la pones. La escuchas
en silencio y dejas que la paz te inunde el alma, el corazón.
Porque esos acordes, esa melodía y esa letra te recuerdan a
tu padre, y sientes que aun sigue vivo.
Entonces una frase te viene a la cabeza “uno sigue vive si
lo recuerdan” y eso haces. Seguir recordando a esos ángeles que hoy habitan el
cielo. Y levantas la cabeza. Miras el cielo que hoy viste de un azul intenso. Y
sientes el calor del sol en la cara, y piensas que frente a la tristeza, eres
inmensamente feliz, porque una vez tuviste los mejores padres del mundo. Y en
cierto modo, hoy no te sientes tan pequeño, indefenso, o solo. Por que sabes
que vayas donde vayas, siempre van a estar ahí.

sábado, 1 de febrero de 2014

Vivir un sueño y hacerlo real




Hace tiempo que no escribo en mi blog y no es por falta de ganas o inspiración, si no más bien por falta de tiempo.
Me he pasado muchos días sentada en una habitación de un hospital cuidando de mi abuelita y viendo el tiempo pasar ante mis ojos.
Esas noches tan largas en las que no duermes, pero tampoco vives. El tiempo se detiene un instante y cuando vuelve a moverse no te has dado ni cuenta de todos los días que han pasado ya.

Ha comenzado el año y ya es Febrero.
Enero para mí ha sido un sueño, una pesadilla, algo irreal que no he visto ni pasar ante mis ojos. El tiempo se detuvo un instante y luego comenzó a caminar otra vez por este mundo. Y perdí mis días y mis semanas.
Entonces despiertas y te das cuenta de que hay momentos en la vida que no vives como quieres vivir. Ya sea porque no te dejan o porque tu mismo lo haces que sea así.

Podría contar millones de cosas que me han pasado desde mi cumpleaños. Cosas que aun no he podido ni analizar.
Siento que he perdido una parte de mi importante. Que algo se perdió en el camino de los años cumplidos, o de un año terminado.
Llego enero, llego 2014 y siento que falta una parte de mí.

Me siento frente al ordenador. O en mi salón frente a mis grandes ventanales desde donde puedo observar las luces que cubren la ciudad de Madrid. A lo lejos a veces puedo ver fuegos artificiales que en algún lugar explotan celebrando el comienzo o el final de una fiesta. Y en verano me siento en la terraza a disfrutar a veces de la brisa que sopla.
Y busco mi inspiración en una ciudad que posiblemente nunca duerme, que permanece en constante movimiento y sin detenerse para que algunos que queramos bajarnos de este tren de la vida, podamos hacerlo.
Descansar a veces es bueno. Desconectar siempre va muy bien para el espíritu y el alma. Pero otras veces querrías tener a los tuyos cerca. A tus amigos, a tu familia.

A veces se que escribo cosas tristes sobre mis padres, o eso cree la gente. Pero en verdad a mi esas cosas no me hacen sentirme triste, si no mas bien fuerte. Me dan la fuerza que necesito para caminar. Saber que siguen ahí, que les recuerdo un día si y otro también me hace sentir cuanto les quiero. Y como nadie me garantiza si hay vida o no después de la muerte, yo por si acaso voy a creer que ellos siguen aquí, que me ven, que me cuidan y me protegen. Y quiero hacerles sentir cada día de mi vida, hasta mi último aliento, cuanto les quiero.
No me cansare de recordarlos, es imposible no hacerlo, porque cada día sucede algo que te recuerda a ellos, a su manera de hablar, de reír, a sus gustos, a sus sueños. A las manías que tenían, o simplemente a sus gestos.
Y sin darnos cuenta estamos rodeados de todo eso.
A veces miro mi facebook y veo mensajes que mi padre me dejo escrito en muchas fotos que hice a mi hermano actuando.
Hoy ha sido casual que me diera por mirar una foto que colgué de mi madre y en la que ponía que ella era mi inspiración. A lo que mi padre contesto que nosotros éramos la suya.
Cosas así tan bonitas, tan inesperadas son las que me hacen recordarlo con tanto cariño como el se merece. Y son cosas como esas las que me hacen sentirme orgullosa de los padres que he tenido aunque fuera por poco tiempo.

Si mañana me muriera y tuviera una familia a la que dejar atrás me encantaría que me quisieran tanto como yo quiero a mis padres. Que me recordaran día si y día también como yo les recuerdo. Seria tan bonito sentirse uno vivo después de muerto.

Tengo que decir que miro mis fotos y no son gran cosa, lo se. Algunas personas dicen que son muy buenas, otras dicen que no están mal y hay quien dice que no están muy allá. Pero un día las vio mi padre y le encantaron. Le parecían realmente buenas. Le gustaban tanto que incluso se las guardaba para el. Hasta llego a pensar que las ponía en facebook para que el las viera. Y eso me hizo especial ilusión.

Estos días atrás estuve con mi abuela en el hospital. Cuidando de ella. Y tuve un momento en el que pude enseñarle mi trabajo el cual hasta ahora no había visto nunca. Ni si quiera sabia realmente a que me dedicaba.
Cuando le puse un video con todas mis imágenes de conciertos, se emociono. Me dijo que eran muy bonitas, que no sabia que hiciera algo tan bueno como eso.
Jamás me había sentido tan orgullosa de lo que hago. Y se que muchos dirán que no es para tanto, que no son nada del otro mundo mis fotos, pero yo digo que para mi son mágicas. Cuentan historias. Transmiten sentimiento. Tienen alma.

Y si las cosas no tienen alma, si no lo hacemos con amor y con ilusión no salen igual.
Hoy iba a escribir sobre otras cosas que me habían pasado con amigos que ya no son amigos, con personas que vienen a nuestra vida y se van por la puerta de atrás, sin un adiós, sin una explicación, y que nos hacen sentir que jamás les importamos, pero al final he acabado hablando de algo que quiero mucho. Algo por lo que lucho y por lo que cada día aprendo cosas nuevas. Algo con lo que me siento feliz y me gusta. Algo que es mi hobbie y mi trabajo. Y quería compartirlo con el mundo de carol.

Posiblemente no llegue a ser alguien, posiblemente no salga de aquí estas imágenes, no lleguen lejos ni vayan a ninguna parte, pero forman parte de mi, de quien soy y de quien quiero ser.
Los sueños no deben quedarse solo en eso, deben de hacerse realidad y ser cumplidos para que la vida tenga algo de emoción y sintamos que estamos vivos.