domingo, 27 de noviembre de 2016

Cueste lo que cueste, no te rindas.





La vida muchas veces no es como uno espera.
Con todo lo que hemos pasado en la vida, todas las cosas malas a las que hemos sobrevivido, todos esos momentos tan duros por los que hemos pasado, y todas las veces que hemos caído y nos hemos vuelto a levantar, como puede ser que haya un abismo enorme entre nosotros. Como puede ser que la familia se rompa, que lo que hemos construido desaparezca sin mas.
¿Como es posible que la soledad vuelva otra vez a nuestra vida, nos coja de la mano y sea nuestra mejor amiga?

Cada día despiertas y sientes vivir en la misma vida que día tras día, como si el tiempo se hubiera detenido un día sin mas y no avanzara a ninguna parte, pero eres tu el que no avanza, estas ahí quieto, ahí sentado y no sabes hacer nada mas que llorar y decirte una y otra vez "por que tu" "por que a mi" "por que yo", y rompes a llorar una y otra vez, y los días pasan y tu tiempo pasa, y lo pierdes, lo pierdes mientras no haces nada.
Da igual lo solo que te sientas, lo decepcionado que estés con todo el mundo, lo mucho que eches de menos las cosas que amas y ya no están a tu lado, da igual cuantas veces llores cada día, porque a la gente le da igual. Solo pierdes el tiempo, tu tiempo, en no vivirlo.

Y aunque te sientas roto, aunque todo lo que conocías resulta ser desconocido, extraño, frío para ti, aunque te hayan roto el corazón, aunque te hayan decepcionado tanto que ya no seas capaz de creer que merezcas ser feliz, aun a pesar de todo eso, tienes que volver a vivir. Necesitas volver hacerlo para convencerte a ti mismo de que aun hay esperanza, de que aun mereces ser feliz, de que no has nacido para esta mierda de vida, para llorar un día si y otro también, para ver como cada día un pedazo de ti se rompe, para sentir como pierdes poco a poco todo lo que amabas.
Necesitas volver a sentir que la vida tiene algún sentido, que no hemos nacido solo para sufrir.
Y se que cuesta, se que cuesta mucho volver a salir, a sonreír, a gritarle a la vida, a querer ser feliz, a amar, a creer que mereces vivir, vivir la vida que tus padres alguna vez soñaron para ti. Que mereces dejar de llorar, limpiarte las lágrimas y comenzar a ver el sol que tantas veces te perdiste. O esos abrazos que nunca llegaste a tener y que alguna vez alguien te dará, porque solo busca s alguien que te quiera como mereces, alguien con quien tener la familia que una vez soñaste que tenias, alguien que te haga sentir que no estas solo, que tienes un hombro donde llorar si te hace falta, pero mas que llorar, alguien que te regale cada día mil momentos por los que no parar de reír, mil momentos por los que vivir o sentirte vivo. Mil momentos para compartir en una y mil fotografías.

Y hoy te duele todo, te sientes solo, es así, porque todo lo que creías que existía resulto ser falso, y aun así crees merecer ser feliz.
Puedes llorar, llorar y no parar, no parar de hacerlo en muchos días, o en algunas semanas, pero tienes que saber que no puedes estar así toda una vida.
Yo he pasado casi un año y medio sin dejar de llorar, de sentir dolor en mi corazón, como una punzada que no me dejaba respirar, ni apreciar cada cosa que tenia, o cada momento bueno que me ha pasado.
He sentido tanta tristeza, me he sentido tan hundida, tan mal, tan dolida con el mundo, con mi mundo, con todo lo que tenia y amaba y me ha decepcionado tanto el saber que nada de eso era real, que no ha sido fácil volver a caminar aunque no supiera hacia donde, aunque me sintiera muy sola, pero no le tengo miedo a la soledad, porque muchas veces es bueno recorrer el camino solo.

Y aquí estoy escribiendo de nuevo, porque alguien que no conozco, que no se quien es me recordó que a veces es bueno escribir, que hay que dejar salir ese dolor que tanto nos hace daño, y no quiero que dentro de dos días sea mi cumpleaños y me lo pase también llorando, porque merezco aunque sea un día al año ser feliz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario